Una vez informados del inicio de la campaña en cada zona, programar con tiempo el turno y las tareas a realizar. Coordinar, con el responsable zonal del ente de vacunación, el tiempo que se requerirá para cumplimentar los trabajos de forma adecuada y eficiente. Hacer un cálculo aproximado de cuántos animales vamos a vacunar. Es recomendable disponer de un 5% más de dosis por posibles rupturas de jeringas, frascos, etc.
Para mantener correctamente la cadena de frío de la vacuna, debemos utilizar mínimamente 2 heladeras conservadoras.
  • La vacuna debe conservarse a una temperatura entre 4°C y 8°C, no debe congelarse. Verificar el vencimiento.

  • Utilice frascos nuevos y evite guardar remanentes de vacuna.

  • Al calcular la cantidad de sachets refrigerantes para mantener una buena cadena de frío en la conservadora se recomiendan 5 sachets chicos (de 150 g) por cada frasco de vacuna (de 125 dosis), o el equivalente a 3 volúmenes de refrigerante por cada volumen de vacuna. En épocas estivales se recomienda mayor cantidad de sachets.

  • Se recomienda encerrar todas las categorías de animales a vacunar el día anterior a la vacunación y que permanezcan durante la noche en un corral con agua.

  • Minimizar el trabajo brusco evitando corridas y desterrar el uso de perros, picana y palos, evitando de esta manera la generación de estrés que atenta contra una buena respuesta inmune. En caso de encerrar vacas con cría, se debe prestar especial atención a no generar el “aguachamiento” de terneros.

  • En caso de no poder encerrar el día anterior, hacerlo temprano, dos o tres horas antes de que llegue el vacunador evitando de esta manera, trabajar en horas de intenso calor.

  • Es aconsejable que la hacienda se encuentre en un adecuado estado nutricional, y libre de parasitosis, dado que ambas condiciones atentan contra la eficiencia de la vacuna en generar una sólida inmunidad.

  • Mantener en buenas condiciones las instalaciones (manga y corrales), reparando con tiempo roturas de tranqueras, varillas, postes, tablas, trancas y cepo de la manga. Evitaremos así lesiones en animales y riesgos para el personal, permitiendo trabajar en forma fluida y sin la posibilidad de escape de los animales durante el encierre y tareas de vacunación.

  • Asegurarse que el material de trabajo (jeringas y agujas) se encuentre en buen estado de funcionamiento, limpio y desinfectado en la cantidad necesaria y que sea del tipo adecuado como para no tener sorpresas a la hora de comenzar los trabajos, evitando a su vez demoras o incorrectas aplicaciones de la vacuna, así como pérdida de la calidad de la misma por alteraciones de la cadena de frío.

  • La jeringa debe ser calibrada periódicamente (medir el volumen que inyecta en una pequeña probeta o tubo graduado) para evitar errores de dosificación.

VACUNACIÓN PROPIAMENTE DICHA

  • No llenar en exceso el embudo y la manga. Contra lo que se piensa, no se trabajará más rápido, dado que la hacienda se arremolina en el embudo negándose a ingresar a la manga. Luego, dentro de la misma los animales tienden a encimarse generando caídas y lesiones lo cual genera más demoras en el proceso al tener que levantar estos animales y riesgos innecesarios para el personal.

  • Trabajar a buen ritmo pero sin apresurar las tareas, dado que es imprescindible asegurarse que la aplicación de la vacuna se realice en forma adecuada.

  • Se recomienda el uso de banderas para manejar los animales, ya sea en los corrales o en el toril. En suma, buenas instalaciones facilitan el trabajo y aseguran una buena aplicación de la vacuna.

  • Evitar aplicar la vacuna en áreas que puedan estar excesivamente sucias (barro, materia fecal) para no correr el riesgo de generar una infección en el punto de inoculación.

  • Al comenzar la vacunación se recomienda sacar el frasco de la heladera, agitar por 30 segundos para asegurar la correcta homogenización de la vacuna, cargar la jeringa, purgar y guardar nuevamente la vacuna en la heladera.

  • Ante la sospecha de fiebre aftosa suspender la vacunación y dar aviso a SENASA.

  • NUNCA proceder a atravesar el capuchón metálico que cubre el tapón de goma del frasco de vacuna con la aguja, dado que la misma se mella y pierde lo. Tampoco utilizar la jeringa en forma de picana para hacer caminar los animales dentro de la manga.

  • Asegurarse la aplicación de la vacuna en la totalidad de los animales del establecimiento que correspondan ser vacunados.

  • El vacunador no deberá realizar otras tareas que no correspondan a la vacunación antiaftosa o antibrucélica.

LUGAR DONDE SE DEBE APLICAR LA VACUNA

Aplicación intramuscular

La aplicación de la vacuna se realiza preferentemente vía intramuscular aplicando la aguja en forma perpendicular a la piel. (con aguja 20 x 20 adultos y 15 x 18 en terneros).

Aplicación subcutánea

En la vía subcutánea se recomienda hacer un pliegue de piel (pellizco) insertando la aguja perpendicular al mismo, próximo a su base y de arriba hacia bajo, con aguja 12 x 18 o 15 x 15. En el caso de los tambos se puede utilizar como vía alternativa la de la fosa isquiorrectal.

  • En caso de observarse la pérdida de filo la aguja debe desecharse inmediatamente, puesto que la misma comienza a funcionar como un sacabocado. El pequeño pedacito de piel, contaminado con millones de bacterias que depositamos en el subcutáneo o en el músculo al inyectar la vacuna, hace que se generen abscesos.

  • Si ante algún movimiento repentino del animal, puede haber dudas sobre la aplicación de la cantidad adecuada de vacuna, no lo dude y aplique de nuevo la dosis.

FORMA DE USO DE LA JERINGA

POST-VACUNACIÓN

  • Una vez completada la vacunación, dejar en observación los animales por el término de 1 hora para detectar posibles reacciones adversas como anafilaxias. En caso de presentarse realizar tratamientos con adrenalina, corticoides o antihistamínicos.

  • Si no se presenta ninguna anormalidad, proceder a arrear la tropa a sus respectivos lotes o potreros sin exigirlas, a fin de continuar minimizando el stress y contribuyendo a una correcta inmunidad.

  • Desinfectar cuidadosamente el instrumental luego de su utilización.

  • Constatar el número correcto de aplicaciones por categoría a fin de poder completar correctamente el Acta de Vacunación (documento que certifica la vacunación) que luego será remitida al ente y a SENASA.

La información contenida en el Acta de Vacunación es un dato muy importante desde el punto de vista estadístico para poder evaluar la evolución del rodeo a nivel nacional, y para contar con información de valor a la hora de diseñar estrategias locales, regionales y nacionales en caso de reaparición de la enfermedad, por lo que cuanto más precisa sea la misma, mayores posibilidades de asegurarnos un rodeo protegido tendrá nuestro país. La necesidad de contar con la hacienda encerrada para la aplicación de la vacuna antiaftosa, nos provee de una oportunidad para evaluar el estado general de nuestro rodeo y proceder a contar el número de cabezas por categoría.